La Ética Periodística Versus, la Pasión o el Sensacionalismo.
En los últimos días San Francisco de Macorís, ha estado viviendo momentos que le colocan a la vista y oídos del país y el mundo.
Nos hemos visto enfrascados, en hechos que afectan la imagen de los macorisanos con hechos sin precedentes, desde protestas callejeras, que, más que reclamos pasan a ser actos terroristas, a esto se suman las desapariciones de embarcaciones con docenas de ciudadanos que viajaban ilegalmente, los secuestros, sin dejar atrás los desordenes en juegos deportivos, y muchas cosas más. En las que miembros de la prensa o supuestos comunicadores, han dejado el rol deservir las noticias, para pasar hacer parte de las mismas, incluso dando ordenes a oficiales policiales que realizan su trabajo.
Queda demostrado que en muchos de estos actos o hechos citados anteriormente, hay comunicadores que haciendo uso herrado de los medios de difusión, han desinformado a la población, al mismo tiempo de asumir posturas meramente políticas, sirviendo las noticias, con un protagonismo y sensacionalismo, que en muchos de los casos, llega a tener el apoyo de la población, que es vil mente engañada y que al darse cuenta del timo se le prohíbe expresar su parecer, en los diversos medios masivos, a través de los cuales se manifiestan los ultrajadores.
Es preocupante el gran número de personas, que sin preparación, asumen la conducción de un espacio en medios de difusión, por lo que consideramos que esto constituye, un atentado contra la estabilidad, seguridad y sobre todo la buena convivencia del pueblo dominicano.
La ciudadanía tiene que constituirse en un ente selectivo, al momento de escoger cuales medios de comunicación, programas, comunicadores, periodistas o locutores, observaran, escucharan o en definitiva seguirán. Porque solo de esta forma, se podrá sacar de los medios, aquellas personas que tergiversan la verdad, para satisfacer sus necesidades o aspiraciones políticas.
En el Municipio de San Francisco de Macorís, en campaña política, hay comunicadores que ladran como perros, y cuando pierde su partido rugen como leones, en defensa su claque, y luego quieren presentarse ante la población, como santos, hombres sensibles, de servicio, imparciales y pacíficos, cuando lo que realmente son es, prebendistas, activistas políticos, puentes de la corrupción y manejadores de los pensamientos y aptitudes de los individuos, que se dejan envolver por estos manipuladores.
Cuando será que pasaremos hacer sujetos pensantes y no marionetas de personas que no tienen ni la mínima chispa de ética, para encender el conocimiento de la verdad, amor, paz y unión, que necesita el pueblo dominicano.
¡Basta ya! De sensacionalismo y protagonismo. Rechacemos a esos hombres, que llaman al pueblo a las calles en momentos difíciles, a esos farsantes políticos-parlanchines, que inundan los medios, no para educar, informar y entretener, sino para ser aniquiladores de la verdad y provocadores de la delincuencia, desunión familiar y una guerra silente, pero a la vista indiferente de muchos y contra el pueblo dominicano.
Miguel Montilla
Autor del texto Dic. 2008
En los últimos días San Francisco de Macorís, ha estado viviendo momentos que le colocan a la vista y oídos del país y el mundo.
Nos hemos visto enfrascados, en hechos que afectan la imagen de los macorisanos con hechos sin precedentes, desde protestas callejeras, que, más que reclamos pasan a ser actos terroristas, a esto se suman las desapariciones de embarcaciones con docenas de ciudadanos que viajaban ilegalmente, los secuestros, sin dejar atrás los desordenes en juegos deportivos, y muchas cosas más. En las que miembros de la prensa o supuestos comunicadores, han dejado el rol deservir las noticias, para pasar hacer parte de las mismas, incluso dando ordenes a oficiales policiales que realizan su trabajo.
Queda demostrado que en muchos de estos actos o hechos citados anteriormente, hay comunicadores que haciendo uso herrado de los medios de difusión, han desinformado a la población, al mismo tiempo de asumir posturas meramente políticas, sirviendo las noticias, con un protagonismo y sensacionalismo, que en muchos de los casos, llega a tener el apoyo de la población, que es vil mente engañada y que al darse cuenta del timo se le prohíbe expresar su parecer, en los diversos medios masivos, a través de los cuales se manifiestan los ultrajadores.
Es preocupante el gran número de personas, que sin preparación, asumen la conducción de un espacio en medios de difusión, por lo que consideramos que esto constituye, un atentado contra la estabilidad, seguridad y sobre todo la buena convivencia del pueblo dominicano.
La ciudadanía tiene que constituirse en un ente selectivo, al momento de escoger cuales medios de comunicación, programas, comunicadores, periodistas o locutores, observaran, escucharan o en definitiva seguirán. Porque solo de esta forma, se podrá sacar de los medios, aquellas personas que tergiversan la verdad, para satisfacer sus necesidades o aspiraciones políticas.
En el Municipio de San Francisco de Macorís, en campaña política, hay comunicadores que ladran como perros, y cuando pierde su partido rugen como leones, en defensa su claque, y luego quieren presentarse ante la población, como santos, hombres sensibles, de servicio, imparciales y pacíficos, cuando lo que realmente son es, prebendistas, activistas políticos, puentes de la corrupción y manejadores de los pensamientos y aptitudes de los individuos, que se dejan envolver por estos manipuladores.
Cuando será que pasaremos hacer sujetos pensantes y no marionetas de personas que no tienen ni la mínima chispa de ética, para encender el conocimiento de la verdad, amor, paz y unión, que necesita el pueblo dominicano.
¡Basta ya! De sensacionalismo y protagonismo. Rechacemos a esos hombres, que llaman al pueblo a las calles en momentos difíciles, a esos farsantes políticos-parlanchines, que inundan los medios, no para educar, informar y entretener, sino para ser aniquiladores de la verdad y provocadores de la delincuencia, desunión familiar y una guerra silente, pero a la vista indiferente de muchos y contra el pueblo dominicano.
Miguel Montilla
Autor del texto Dic. 2008
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